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lunes, 20 de abril de 2020

Obsesión 4 Se buscó una novia


Se buscó una novia

El 1 de abril de 1973 empecé a laborar en una institución bancaria, ubicada a unas cuadras del Ministerio de Economía, institución donde él laboraba, pero nuestros horarios de trabajo eran muy distintos, ambos ingresábamos y salíamos a distintas horas, un par de veces que estaba esperando mi transporte público para regresar a mi casa, lo vi transitar por la zona, peo al parecer no me vio. 

Fue en la primavera de 1973 en que lo vi caminando un sábado por la mañana por la av. Grau de Barranco, me saludó con mucho cariño y preguntó si podíamos caminar juntos. 

Le respondí con una sonrisa y empezamos a hablar, sobre nosotros, mi nuevo empleo, de los estudios sobre Estadística que estaba cursando y de mis deseos de postular a la Universidad Ricardo Palma para estudiar Contabilidad, mientras hablaba él me miraba con una hermosa sonrisa, insistiendo en que lo llamé apenas ingrese a la universidad porque él como Contador podía orientarme en todo lo que yo necesitara. 

Mientras yo veía en su mirada alguna tristeza, dejando en el olvido sus frases cariñosas, aunque nunca me habló de amor, sólo de matrimonio y de hijos, yo sentía que algo estaba sucediendo, que él trataba de ocultar con sus palabras pero que no lo podía hacer con su rostro. 

Nunca pregunté
¿Por qué se había alejado?,
 simplemente permití que hablara sobre él, hasta que nos despedimos. 


El 1 de abril de 1974 postulé e ingresé a la universidad en el cuarto puesto, y las clases se iniciaron a los pocos días, pero fue recién hacia la mitad del ciclo que sentí que necesitaba de un poco da ayuda, por ello decidí llamarlo a su casa y aceptar su invitación de asesoramiento, pero le pregunté si podía hacerlo en su casa y que iría en bicicleta, a lo que él aceptó. 

Ese sábado llegué a su casa a las 3 de la tarde, me estaba esperando en la puerta de su casa, abrió la inmensa reja de su hogar e ingresé caminando con la bicicleta a un lado. 

Esa residencia tenía un hermoso jardín exterior con una pequeña loma, varias gradas para llegar a una simpática terraza adornada con macetas y flores, rodeada por una singular baranda de madera pintada de color blanco. 

Nos sentamos a conversar por un largo rato, sobre el momento, acerca de nuestras experiencias, y nuestro futuro individual, me comentó que había postulado a un puesto en una empresa extranjera, por ello había estado estudiando el idioma inglés. 

Casi una hora después de mi llegada le mostré lo que estaba estudiando cuáles eran mis interrogantes, ofreció una detallada explicación, hasta que empezó el atardecer, por ello decidí retirarme, pero previamente le solicité permiso para dar una vuelta con mi bicicleta alrededor de su casa por la parte de atrás, pero resultó que ser una empinada loma con un sendero para los vehículos repleta de flores y plantas pero sin salida, por ello debí regresar. 

Mis visitas se repitieron en fechas poco espaciadas, en todas las ocasiones me recibió muy contento, su actitud era la misma, sólo que ya no me hablaba de matrimonio ni de hijos, y evitaba visitarme a mi casa. 

Durante el verano del año 1975, yo había decidido cambiarme de carrera, la contabilidad no era de mi agrado, pero necesitaba completar 4 ciclos universitarios para poder solicitar el traslado, por ello continúe estudiando algunos cursos de contabilidad afines a mi futura carrera de Economía. 

Desde que nos reencontramos, él acostumbraba llamarme por teléfono a mi trabajo, y entre sus conversaciones inquiría por qué no había regresado a su casa para estudiar, cuando le comenté del cambio de profesión, dijo que iría a visitarme a mi casa. 

Ese fin de semana fue a mi casa, conversamos un rato y me invitó a un cine del distrito de Miraflores, ante ello mi madre insistió que perfectamente podíamos ir a un cine en el distrito de Barranco, pero él le dijo que había una película que se estrenaba que deseaba verla conmigo, pero mi madre le dijo que no, ante lo cual el se fue de mi casa. 

No volvió a llamarme ni a invitarme, por ello en el mes de junio decidí ir a la iglesia pensando en encontrarlo, y así fue. 

A la salida nos vimos y conversamos, me comentó que estaba saliendo con una chica “algo cholita” que vivía en Chorrillos, que su relación era muy sólida y que pensaba casarse con ella. 

Sus palabras confundieron mi corazón, me quedé callada y le desee suerte, insistió en llevarme a mi casa, pero le dije que debía ir a otro lugar, y me despedí. 




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